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Matemáticas en tu mundo                                         La ciudad y las Matemáticas      -       Geometría de la ciudad

1. Ciudad romana            2. Ciudad medieval            3. Ciudad moderna

3.1. Ciudad radioconcéntrica      3.2 Ciudad ortogonal       3.3 Ciudad lineal        3.4. Ciudad estrellada        4. Actividades (pdf)

Ciudad moderna

En la Edad Moderna, al crearse los estados nación pierde poder político la ciudad y, con la excepción de las ciudades fronterizas (ver ciudades estrelladas), las murallas son cada vez menos necesarias por razones defensivas aunque se mantiene su función recaudatoria. En España surge la Plaza Mayor, rodeada de soportales. A partir del Renacimiento se extiende el espíritu racionalista que lleva a diseñar ciudades ideales, según patrones geométricos.

Con la Revolución Industrial del s. XIX las ciudades acogen a las masas de campesinos que acuden como mano de obra para las fábricas. Los recintos antiguos ya no son suficientes para albergar esa expansión y se deben superar los límites de la ciudad antigua. En España la Ley del Ensanche (1864) permite derribar las murallas, pese a la oposición del ejército, autoriza las expropiaciones para trazar vías públicas y establece los requisitos de procedimiento (presentación de una memoria, planos, presupuesto), etc. Se trazan avenidas rectas, paseos con arboledas, servicios de alcantarillado, etc.

Sobre los restos de la ordenada ciudad romana y de la irregular ciudad medieval, la ciudad moderna regulariza y ensancha calles, creciendo según tres tipos de diseños geométricos: radioconcéntrico, ortogonal o lineal. En cada ciudad observamos la agregación de unos y otros, reflejos de las sucesivas expansiones habidas en su historia.

Como se ha dicho, la ciudad moderna creció para dar respuesta a las demandas de la pujante burguesía industrial, cuya expansión quedaba ahogada en las ciudades antiguas; también, para resolver los problemas de salubridad e higiene de éstas. Pero en algún caso había más motivaciones. Tras las revueltas de 1830 y 1848, Napoleón III encargó al Barón Haussmann que modernizara Paris haciéndola una ciudad más “segura”. Se trataba de impedir el bloqueo de las estrechas calles con barricadas revolucionarias. Se derribó el 60% de la ciudad antigua, construyendo amplísimas avenidas rectilíneas por las que pudiera avanzar fácilmente un batallón y disparar un cañón. Fueron clave para aplastar la Comuna de París en 1871. Curiosamente, la geometría urbana puede favorecer tanto ideales igualitarios (ver la intención del Plan Cerdá en la ciudad ortogonal) como su represión.

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(C) José María Sorando Muzás     e-mail    

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Barcelona (foto: Google Earth)

Se observa claramente en la parte inferior derecha, junto al puerto, el contorno de la ciudad antigua. Fuera de él, las ordenadas cuadrículas del Ensanche (Eixample) trazado según el Plán Cerdá (1860).

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Tumba de Ildefonso Cerdá. Barcelona.