El gusto por la simetría parece ser algo genético y bastante común en el mundo animal. Ese gusto tan extendido se refleja, en particular, en los diseños urbanos cuando con ellos se pretende conseguir grandiosidad y ornato. Especialmente se aprecia en los parques y jardines al estilo francés (estilo surgido por imitación a los jardines geométricos de Versalles diseñados por el propio Luis XIV, monarca apodado el Rey Sol).

Las fotos adjuntas corresponden al Parque Grande "José Antonio Labordeta" de Zaragoza. En este parque, las avenidas, las escalinatas, las hileras de árboles, los setos y las fuentes están dispuestas siempre de forma simétrica con respecto a un eje central.

Pero no es simétrico todo aquello que, a simple vista, pueda parecerlo. En la misma ciudad de Zaragoza, la cúpula central de la Basílica del Pilar emerge al fondo de la céntrica y peatonal Calle Alfonso I. Esta vista es fotografiada una y otra vez por los turistas que por allí deambulan.

Si no prestamos atención, diríase que es una vista simétrica. Pero si trazamos el posible eje de simetría, esa impresión se rompe.