Para pensar...

 

  

  

Por las matemáticas al ridículo

 

En pocos días encuentro en la prensa digital tres titulares sorprendentes. Los tres contienen referencias matemáticas desacostumbradas:

La prensa colombiana recalcó que las matemáticas son su única esperanza

Radio Cooperativa  (09/10/05 Chile)

Definen a la mujer china perfecta con las matemáticas

El Universal (21/10/05 México)

  Rajoy asegura que la figura de Aznar se está multiplicando «casi por infinito»

El Diario Vasco   (21/10/05 España)

En el primer caso, pensé que la prensa colombiana había tomado conciencia de la importancia de la educación matemática en la formación de sus ciudadanos como individuos críticos y capaces de afrontar racionalmente las situaciones. Pronto salí de mi ingenuo error al seguir leyendo:

El seleccionado de fútbol colombiano, que empató a un tanto como local con Chile, pende ahora de los demás, casi de un milagro más que del fútbol, para clasificar al mundial de Alemania 2006, cuando falta una sola fecha de la eliminatoria. El diario “El Tiempo”, el de mayor circulación en el país titula en primera plana “Nos quedan las matemáticas”, sobre una fotografía a color de Mario Yepes compungido por el resultado.

Con el titular sobre la definición matemática de la belleza de las mujeres chinas, vinieron a mi memoria los clásicos cánones de belleza y armonía basados en la proporción áurea, el Canon de Vitrubio y el famoso grabado de Leonardo. ¿Se habrían revisado estas proporciones en China?. De nuevo, bastaba leer un poco para advertir en qué consistía esa definición supuestamente matemática:

Un grupo de especialistas chinos en moda y cosmética acaba de publicar un canon que establece las formas y medidas exactas de la mujer oriental perfecta, cuyo labio, por ejemplo, debe medir exactamente 32 milímetros de ancho. La altura del labio superior ha de medir 8,2 milímetros, y la del labio inferior un poco más, 9,1... etc.

El tercer titular era lo que parecía:

El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer que la actualidad política está ayudando a reforzar la figura del ex presidente del Gobierno José María Aznar. «Viendo lo que está pasando ahora en España, la figura del señor Aznar se multiplica por 150 millones, o casi por el infinito», sentenció.

150 millones, ni uno más ni uno menos, ¡qué precisión! Pero esa presunción de exactitud se desmorona al aproximar ese factor a "casi el infinito". ¿Cómo de cerca del infinito?... cuando llegue, avísenos, nunca nadie estuvo allí.

Algunos periodistas, esteticistas, políticos y otros gremios intentan dar valor a sus discursos usando el impactante prestigio de las Matemáticas, pero lo hacen de cualquier manera y el tiro les sale por la culata.

Casualmente, en los mismos días leí esta cita de Albert Einstein: "Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, y de lo primero no estoy seguro".

 

 


 

    

 

 

 

 

José María Sorando Muzás

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