Matemáticas
en tu mundo
Poesía y Matemáticas
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Matemáticas o la poesía de la ciencia
ÁNGEL FERRÁNDEZ IZQUIERDO
El País, 12 de Octubre de 2005
Miguel Hernández, en El niño
yuntero, espetaba: "Cada nuevo día es más raíz, menos criatura, que
escucha bajo sus pies la voz de la sepultura". Tan sólo detenidos en ese
retazo ¿se puede decir algo tan expresivamente bello y con tal economía de
verbo? Es evidente que tal proeza es patrimonio de los genios, de los
únicos, de los capaces de hacer historia.
Francisco Rico, en la introducción de sus Mil años de poesía española,
nos enseña que "la piedra de toque de la poesía es conseguir formulaciones
cuyos términos no puedan alterarse ni reemplazarse y que por eso mismo se
resistan al olvido. Un poema es esencialmente un objeto verbal forjado
para permanecer en la memoria y por ello construido como una red de
vínculos capaces de lograr que la evocación de uno sólo de sus componentes
arrastre a la evocación simultánea de todos los restantes".
En el lenguaje del científico las palabras de Rico se traducen en la
búsqueda de formulaciones invariantes, es decir, de ecuaciones. Cuando
Newton intentaba explicarnos el comportamiento dinámico del sistema solar
no quedaba satisfecho hasta dar con la fórmula precisa. Michael Guillen,
en Cinco ecuaciones que cambiaron el mundo, vuelve a seleccionar
aquella de Albert Einstein de que "la materia es energía congelada", es
decir, E=mc2. Y así ha ocurrido a lo largo de la historia con otros tantos
ejemplos que cabría citar.
Cuando Miguel pensaba en aquel chaval tenía todo el vocabulario a su
disposición, las palabras ya existían, estaban ahí, al alcance de
cualquiera; pero sólo él fue capaz de darles el orden, el ritmo, la
música, la parquedad, en definitiva, la belleza rotunda y nítida para que
juntas se hicieran eternas. También la energía y la materia estaban allí,
al alcance de cualquiera, pero tuvieron que esperar hasta que Einstein, el
científico más influyente de la historia, las fundiese. Que ambas son
-esencialmente- lo mismo, para que, a continuación, formulase la más bella
ecuación jamás soñada: el espaciotiempo está curvado a causa de la
materia/energía.
Ambos genios encontraron la fórmula para entender la Naturaleza y
explicarla con precisión y máxima economía de medios. El carácter
universal de la fórmula se manifiesta en su utilidad y capacidad de
pronosticar. Hernández sigue siendo profeta y, 100 años después, aquella
ecuación sigue superando cualquier test y sus predicciones se siguen
cumpliendo.
Una y otra, otra y una, en pos de los mismos fines. Nadie debería dudar ya
de que la Matemática es la poesía de la Ciencia.
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Ángel Ferrández Izquierdo es catedrático de Geometría y Topología
de la Universidad de Murcia y miembro de la Academia de Ciencias de
Murcia.
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