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Alicia en el País de las Maravillas
Ficha técnica.- Título: Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland). Director: Tim Burton.. Actores: Mia Wasikowska, Johnny Depp, Anne Hathaway, Helena Bonham Cartes y Crispin Glover. Guión: Linda Woolverton, según los libros de Lewis Carroll. Producción: Disney. EE.UU. 2009. Distribución: Disney. Estreno en España: 16-04-2010 en versiones 2D, Digital 3D e IMAX 3D. Url: http://adisney.go.com/disneypictures/aliceinwonderland/ Argumento.- Una Alicia de 19 años, a punto de comprometerse con un lord inglés al que no ama, regresa al mundo mágico donde se adentró siendo una niña. Pero Alicia no recuerda nada de su anterior viaje. Se reunirá con sus antiguos amigos: el Conejo Blanco, Tweedledee y Tweedledum, La Oruga, el gato de Cheshire, y por supuesto, el Sombrerero Loco, quienes le ayudarán a recordar su primera visita. Alicia se embarca en un viaje fantástico para encontrar su verdadero destino en el mundo real; y a la vez poner fin al reinado de Terror de la Reina Roja, enfrentándose al terrible dragón Jabberwocky para devolver su perdida corona a la bondadosa reina Blanca.
Comentario.- Éste era uno de los estrenos más esperados de la temporada. La película se basa en la obra homónima publicada en 1865 por el diácono anglicano y matematico Charles Lutwidge Dogson (1832 – 1892), bajo el seudónimo de Lewis Carroll, y en su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado (1871), mezclando pasajes y personajes de ambas. Alicia es una de las obras no matemáticas más citadas en textos matemáticos, debido a su complejidad lógica, repleta de paradojas, enigmas, quebrantos de la norma de univocidad en la definición, inversiones de premisas o reducciones al absurdo implícitas, que le sitúan entre los precursores de la Literatura del Absurdo. Así que el aparente cuento para entretener a unas niñas (las tres hermanas Charlotte, Alice y Edith Lidell) en un paseo estival en barca pronto ofrece niveles de lectura que son un reto para adultos. Por ese motivo, cabe decir que la primera versión cinematográfica en dibujos animados de Walt Disney (1951), edulcorada e infantil, pervertía el sentido de la obra. Esta nueva versión también proviene de la factoría Disney pero, siendo su artífice Tim Burton, su estilo es más delirante y rompedor. La puesta en escena es de una brillantez envolvente, potenciada por la tecnología 3D. El espectador cae con Alicia por el pozo de la madriguera a un mundo fantástico y barroco, donde no tendrá un momento de respiro, del que sólo se podrá distanciar cuando se enciendan las luces de la sala. Pero la historia que ha presenciado carece de aquella inquietante subversión lógica de la obra de Carroll. Burton le ha añadido un sentido emancipador, donde el sueño de Alicia es la escapada de una muchacha predestinada a un matrimonio de conveniencia en la rígida sociedad victoriana; un sentido que explica y tranquiliza. Si en los 50 Alicia fue adaptada para los niños ahora lo ha sido para los padres. Además, se ha sobredimensionado la presencia del poema The Jabberwocky (El Galimatazo, en la traducción de Jaime de Ojeda), brillante ejercicio literario donde a partir de palabras sin significado se logra una expresividad y un sentido, parodiando una balada medieval. El Galimatazo, un fiero dragón, pasa a ser el rival temible de la lucha final donde Alicia como heroína (con una estética entre Juana de Arco y San Jorge) sale victoriosa, dando ocasión a una espectacular batalla, bien ajena al relato de Carroll, al estilo de las exitosas sagas fantásticas como El Señor de los Anillos.
Esta Alicia es comprensible, fascinante y espectacular. Pero, ¿qué queda de su trasfondo lógico matemático?... bien poco. Guiados por la voluntad de localizar tales elementos, encontramos semejanzas (lo grande y lo pequeño), operaciones inversas (comidas aumentapastel y menguativa), una situación no conmutativa (“perdonar y olvidar” frente a “olvidar y perdonar”), simetrías y oposiciones (las reinas roja y blanca, las gemelas cotillas, los gemelos Tweedledee y Tweedledum – en la traducción española, Tararí y Tarará-). Pero los juegos lógicos y numéricos están ausentes. En particular, faltan los dos pasajes más citados por los matemáticos. Por una parte, el diálogo con el Gato de Chesire: - “¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?” - “Eso depende de a dónde quieras llegar”, contestó el Gato - “A mi no me importa demasiado a dónde…” empezó a explicar Alicia. - “En ese caso, da igual hacia dónde vayas…” interrumpió el Gato. - “… siempre que llegue a alguna parte”, terminó Alicia a modo de explicación. - “¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte”, dijo el Gato. “Si caminas lo bastante”. Este famoso diálogo ejemplifica la esencia del método hipotético deductivo, donde la elección de unos axiomas (la dirección) y la posterior aplicación de la Lógica (el caminar) garantizan la construcción de una teoría (llegar a alguna parte), aunque -ahí está el punto inquietante- se haga sin finalidad. Y tampoco encontramos en el film las particulares cuentas de Alicia al sospechar que ha olvidado cuanto sabía: - “Cuatro por cinco son doce, cuatro por seis son trece y cuatro por siete… ¡Ay Dios mío! ¡Así no llegaré nunca a veinte!” Esos desconcertantes resultados son correctos en bases no decimales: 4 x 5 = 12, en base 18; 4 x 6 = 13, en base 21. Podría seguir así: 4 x 7 = 14, en base 24; 4 x 8 = 15, en base 27; 4 x 9 = 16, en base 30; 4 x 10 = 17, en base 33; 4 x 11 = 18, en base 36; 4 x 12 = 19, en base 39; y 4 x 13 = 20, en base 26. La exclamación de Alicia se explica porque en el contexto británico se aprendían las tablas hasta el 12. En definitiva, esta Alicia es un gran espectáculo, pero no matemático.
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(C) José María Sorando Muzás |