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Rutas Matemáticas Gymkhana matemática x Zaragoza en el Centro |
Autores: Mª Ángeles Arroyo García J. Carlos Gil Mongío Emilio P. Gómez García Manuel Hernández Rodríguez Fernando Herrero Buj Mª Luz Mayoral Gastón Teresa Royo Muñoz José Mª Sorando Muzás
un seminario del Centro de Profesores
y
Recursos "Juan de
Lanuza" Zaragoza y ha sido publicado por el
del Ayuntamiento de Zaragoza, con la colaboración de Fernando Corbalán
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Gymkhana matemática x Zaragoza en el Centro:
Glorieta de Sasera
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Uno puede salir a la calle a ver la ciudad, a conocer y a disfrutar de la arquitectura, del urbanismo, del arte o incluso del comercio, ¿y por qué no de las matemáticas?. No se trata de sacar nada nuevo a la calle, está ya ahí, esperando que lo descubramos. En las aulas hemos dotado a nuestro alumnado de herramientas matemáticas durante años con la idea de que las utilicen el curso siguiente, en la universidad, ¿en el próximo examen?, y hemos salido del paso como hemos podido cuando la pregunta era: ¿para qué sirve esto?, sin darnos cuenta de que la aritmética, la geometría o el álgebra circulan por nuestra ciudad y de que nosotros mirábamos hacia otro lado. Nos hemos dado cuenta de que se puede conocer más y mejor la ciudad desde las matemáticas y valorar éstas como un potente instrumento de conocimiento e incluso de diversión.
Un grupo de
profesores, organizados en un seminario en el C.P.R. “Juan de Lanuza” de
Zaragoza, llevamos algunos años organizando una gymkhana matemática por
Zaragoza para aquellos de nuestros alumnos que estaban dispuestos, un sábado
por la mañana, a ocupar su ocio de forma diferente. Tuvimos que salir a la
calle y mirar la ciudad con otros ojos y, fruto de eso, son las cuestiones y
observaciones que encontraréis a continuación. Ya han sido disfrutadas por
varios grupos de chicos y chicas de nuestros centros
Las actividades están organizadas en torno a cinco puntos base que proporcionábamos, ligeramente escondidos, bajo algunos mensajes clave que encontraréis a continuación y al llegar a dichos puntos clave dábamos a cada grupo los problemas del entorno de ese lugar. El orden en que pasaban por los diferentes puntos lo decidía cada grupo, formado por un máximo de cuatro alumnos.
Hemos creído conveniente, a la hora de dar a conocer esas actividades, ordenarlas en forma de ruta organizada que pueda llevarse a cabo, por ejemplo, por un grupo de alumnos con su profesor, si bien, y si cuentas con personas suficientes para ocupar los puntos clave, se puede organizar la gymkhana tal como la llevábamos a cabo nosotros. En este “itinerario” matemático no hemos podido evitar la inclusión de algunas de las observaciones y llamadas que los edificios y las calles de la ciudad nos han ido haciendo sólo para disfrutarlas sin que tengamos nada que resolver ni que calcular. La cantidad de actividades propuestas supera lo que un grupo de alumnos puede hacer en una sesión, por lo que será conveniente que el profesor o profesora seleccione aquellos que considere más oportunos para que la tarea sea realizable.
El contenido no es exhaustivo, cualquier profesor o alumno puede encontrar muchas más formas, objetos, edificios, carteles, mensajes con contenido matemático o susceptibles de una lectura matemática, de un comentario, de un problema o de una pregunta, y por eso los animamos a que mientras pasean vayan apuntando todas esas sugerencias matemáticas para que puedan ser recogidas y organizadas por lo propios participantes o para que nos las pasen.
Antes de empezar esta excursión debemos transmitir algunos consejos a los alumnos y alumnas para que no se olviden de llevar convenientemente preparada la mochila:
- No es necesario llevar cantimplora, pero un botellín de agua da mucho juego. - Una cinta métrica, aunque antes de usarla deben probar a “estimar” las longitudes a ojo. A lo largo del paseo acabarán afinando la puntería. - Papel, lápiz, goma, bolígrafo. - Calculadora. - Una regla, escuadra o cartabón.
No deben olvidar tampoco su bagaje matemático, saben mucho más de lo que a veces les parece y con la mente abierta y ganas de pasarlo bien, aunque sea haciendo matemáticas, no habrá problema que se les resista.
Solo una advertencia más, el entusiasmo matemático no debe hacerles olvidar que hay que esperar a que el semáforo esté verde para cruzar la calle, que el tráfico puede ser peligroso y que no hace falta subir a las torres para averiguar su altura aproximada, ni sumergirse en los estanques para que nos digan su volumen.
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